Un libro de gloriosa y auténtica poesía es el titulado Menos la luna y yo (Ediciones La Isla de Siltolá, 2012), de Jesús Cotta. Uno de los poemas que más saben a cielo, a firmamento abierto es este dedicado a algo tan pequeño como la golondrina. ¡Cuánta gran poesía se ha escrito de las cosas pequeñas!
Loco de amor perdido estaba Dios
cuando se le ocurrió la golondrina.
Cómo tembló cuando la echó a volar.
Y cómo vuela desde entonces. Mírala.
Mira la gracia remontar el vuelo,
lanzarse al sol, pastorear la brisa,
rasgar el vendaval con alas negras,
el pecho rojo de quitar espinas.
Audacia favorita de los vientos,
acrobacia nocturna en pleno día,
golondrina de Dios, yo te celebro,
porque eres la cometa de mi vida,
llevaste al cielo el alma de mi padre,
y un día llevarás también la mía.
Cómo tembló cuando la echó a volar.
Y cómo vuela desde entonces. Mírala.
Mira la gracia remontar el vuelo,
lanzarse al sol, pastorear la brisa,
rasgar el vendaval con alas negras,
el pecho rojo de quitar espinas.
Audacia favorita de los vientos,
acrobacia nocturna en pleno día,
golondrina de Dios, yo te celebro,
porque eres la cometa de mi vida,
llevaste al cielo el alma de mi padre,
y un día llevarás también la mía.
Impresionantes versos. Y qué puedo decir de las golondrinas: ¡me encantan! Saludos.
ResponderEliminarSon preciosas, y más preciosas aún con esos versos.
EliminarBellas y sencillas golondrinas.
ResponderEliminarDe las que sí volverán.
EliminarPero que preciosidad de versos por Dios. Me he recreado en ellos a la vez que los iba leyendo. Felicidades Jesús. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarIndudablemente, están tocados de la Inspiración.
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