No hay guerras buenas; puede que las haya menos malas. Es muy común justificar ciertas guerras a tenor de sus motivos, y descalificar otras según criterios la mar de cuestionables, como ejemplifica Filosón en su siguiente alacrán:
No ha de ser la religión
razón de guerra jamás;
es mejor que la razón
consista en robar sin más.
Más amor y menos guerra. O como decían los hippies...haz el amor y no la guerra. Que hay más bonito que eso.
ResponderEliminarTambién hubo guerras por amor, como la de Troya, aunque los escépticos modernos la atribuyan a intereses comerciales encontrados. ¡Qué sabrán ellos!
EliminarCualquier motivo basta para desencadenar una guerra, por desgracia.
ResponderEliminarHasta una oreja, como a Guerra de la Oreja de Jenkins entre España e Inglaterra.
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