Candidalgia y Filosón (¡qué alacranes tan dispares!) han aliado su talento lírico la una, su sátira escéptica el otro, para crear este aguijón que, a mi juicio, les ha salido redondo:
¡Si pudiéramos vivir
rodeándote sin cesar
como hace el Guadalquivir
para no llegar al mar...!
Por muchas vueltas que se de, se acaba llegando a algún lugar. Por lo menos, que sea un lugar ameno...
ResponderEliminarLlegar, hay que llegar, pero que sea con un viaje entretenido.
EliminarLlegar hay que llegar. Así que cuanto antes se haga mejor. Para qué dar tantos rodeos.
ResponderEliminarHombre, a mime gustaría darlos, sobre todo si se pasa por bonitos parajes.
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