Ayer fue el día del Orgullo Friki. Alacrante hace un retrato del aspirante a buen friki:
Camisa a cuadros, pero abierta toda
sobre una camiseta en que, palmario,
se ve un dibujo guay de Super Mario
o el manga japonés que esté de moda;
barbita y greñas a la usanza goda,
vaqueros anchos de un azul gregario,
y gafas donde lanza su mal fario
una mirada entre Tarzán y Yoda.
Kilos de más de los cien mil refrescos
que toma cuando juega por las noches
a videojuegos de lo más grotescos.
Chapas, peluches, libros, cromos, broches
de los héroes que adora quijotescos.
Eso es un friki. Lo demás, fantoches.
Me causan mucha pena esos frikis. Desperdician su vida y no la viven.
ResponderEliminarViven en su torre de marfil, bueno, de marfil no: de botones y circuitos.
Eliminar¿Los murakamianos somos frikis? Saludos
ResponderEliminarTodos los amantes de lo japonés lo son, me temo.
EliminarA cualquier mindundi lo llaman ahora friki.
ResponderEliminarSí. Es la palabra de moda, como en su día lo fueron romántico o modernista, sin ánimo de compararlos, por supuesto.
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