Escorporal recoge en su aguijón una pregunta frecuente en estos días que —no diré que corren— vuelan. Se la hacen las mujeres a sus novios o maridos:
—¿Quieres que me haga, Tomás,
un buen aumento de senos?
—¿Para qué, rayos y truenos,
si con dos me gustas más?
Dicen que el tamaño no importa, pero los refranes son sabios. "Tiran más dos tetas que cien carretas".
ResponderEliminarSaludos
Los refranes castellanos son infalibles, y ese lo es singularmente.
EliminarEso también es ampliable a las nalgas, labios y otras partes del cuerpo innombrables...jejeje.
ResponderEliminarCuriosamente, casi todas esas partes son para aumentar, no para mermar.
EliminarY ella, para compensar, le dijo que también él podía alargar cierta extremidad...
ResponderEliminar¿Y para qué quiere una mujer que el hombre alargue su mano?
EliminarEse hombre contestó mal a la pregunta que le hizo la mujer. La tespuesta correcta habría sido:"Querida,no necesitas cambiar nada de ti,eres simplemente perfecta ".. Ella sabría que él le estaba mintiendo,pero le lanzaría una sonrisa y no le volvería a preguntar ;o)
ResponderEliminarEscribe un libro sobre las réplicas que necesitan las mujeres oír de sus esposos: te forrarías.
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