Hay en la vida actos heroicos que no tienen que ver con salvar vidas o ganar batallas. Con todo, son proezas que pocos se atreven a acometer, como dice Ponzoñón:
Héroe de pura raíz
hay que ser y buen cristiano
para decirle al hermano:
«Hay un moco en tu nariz».
Mucho valor es lo que hay que tener...jajaja.
ResponderEliminarPero el socorrido nos lo agradecerá eternamente.
EliminarIgual pasa cuando el prójimo tiene un "paluego" en los dientes. ¡Qué mal se pasa! Yo,desde luego,no tengo madera de heroína en ese campo.
ResponderEliminarYo, a no ser que a la víctima me una una confianza a prueba de bombas, tampoco lo soy.
ResponderEliminarEl héroe del moco ajeno. Saludos
ResponderEliminar¡Qué buen título para un cantar de gesta!
EliminarCon delicadeza...
ResponderEliminarYo le he llegado a decir a una chica que le había quedado carmín en los dientes... y me lo agradeció.
Bueno, pero el carmín es una sustancia más noble que la que segregan las pituitarias. De todos modos, ensalzo tu valentía.
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