El alacrán de Ponzoñón pude resultar muy venenoso, pero en realidad esconde más ingenuidad y buen humor del que se le pueda suponer. Aborda el tema de los fanatismos. Muchos los maman desde la cuna, como en el siguiente ejemplo, aplicable a otras ideologías, credos y conductas actuales:
Esa nazista tan drástica
enseñó a orar a su niño
repitiendo con cariño:
repitiendo con cariño:
—Por la señal de la esvástica…
Por desgracia, cualquier credo, se puede adoctrinar. De hecho, vivimos un aumento espantoso de los radicalismos y esto no apunta a nada bueno. Saludos
ResponderEliminarRadicalismos, fanatismos, fundamentalísimos... Ya podrían aumentar y ponerse otras palabras de moda.
EliminarNo a todo a lo que se ora es bueno.
ResponderEliminarHay quienes rezan al diablo.
Eliminar¡Qué horror!
ResponderEliminarY que lo digas.
EliminarPues menuda madre amantísima, grrrr. Es cierto que los padres podemos influir enormemente en nuestros hijos,pero no olvidemos que cuando crecen pueden decidir por sí mismos y, por tanto, son responsables de sus actos. No olvidemos lo que dice el refranero: "De padres cojos, hijos bailaores"
ResponderEliminarMuy cierto lo que dices, aunque también afirman por ahí que de tal palo, tal astilla.
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