El cine es heredero en muchos casos de la propaganda épica que desempeñaron en su día los cantares de gesta, enalteciendo hasta lo inverosímil las hazañas de Cides llamados, por ejemplo, General Custer o John Rambo. En el Despacho Oval siempre se ha tenido un gran ojo para sacar rendimiento al séptimo arte:
Sobrino, aprende que la propaganda
más eficaz para alcanzar tus fines
reside en la taimada “dictablanda”
presente en las taquillas de los cines.
Cualquier torpe invasión, cualquier batalla
podrá justificarse en la pantalla.
Y ten en cuenta que la más ridícula
contienda o escaramuza entre dos frentes
se puede convertir en la película
más vista de los nueve continentes
(¿son ocho o nueve? No lo sé; son datos
más propios, pienso yo, de literatos).
En las películas americanas ellos pueden hasta con los alienígenas más evolucionados.
ResponderEliminarNo hay nada que se les resista.
EliminarTodas las culturas necesitan envolverse en mitos. Lo malo es cuando uno se los cree...
ResponderEliminarCuando uno se los cree, se convierte en un creído peligroso.
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