Alacrón me pide que incluya en mi almanaque uno de sus aguijones más gruesos y nocivos, uno que ha titulado Consejos del Tío Sam a su sobrino. Con ocasión del huracán Trump y la fascinación informativa que, cada vez con más arraigo, nos producen los procesos electorales del país que nos robó Cuba, Puerto Rico y Filipinas, he decidido dosificar el alacrán de Alacrón en diez pinchazos que irán saliendo según el ivento sople. Dedicado a los nietos de la pérfida Albión:
A falta de raíces que cimienten,
sobrino mío, tu precaria historia,
atiende a estos consejos que te orienten
si no hacia la virtud, hasta la gloria.
I
Busca ante todo, como gran tarea,
no más que tu provecho monetario,
pero de forma que el vecino crea
que haces justamente lo contrario.
Para quien tiene que partir de cero,
el vicio es un atajo hacia el dinero,
aunque esta circunstancia, bien mirada,
no es más que una virtud exagerada.
E incluso puedo demostrar, sobrino,
que más me acerco al serafín que al ogro
por la manera que, de logro en logro,
ayudo a completar el plan divino:
si Dios creó con sabia maravilla
la luz, yo la atrapé con la bombilla;
hirió con fuego a la ciudad sodómica
y yo lo mejoré en la bomba atómica;
y su anticuada condición de eterno
Señor Omnipotente
la convertí en el cargo más moderno
de Señor Presidente.
Miedo me da este presidente. No se como terminará todo esto. Esto pasa en el país de la gran democracia. Y ni ellos están contentos. Todo se tambalea.
ResponderEliminarPara un país que se cae, siempre hay otro que se levanta.
EliminarYa llegó al gobierno de los USA un actor de cuarta fila...
ResponderEliminarY aquí tenemos al "hombre impasible".
En Italia tuvieron a un putero.
Los ingleses tuvieron a la Zácher...
La gente sobrevive, milagrosamente, a todos estos espantajos.
Mientras estos espantajos no tengan madera de Adolfo Hitler...
EliminarNo tiene desperdicio. Me han encantado. Saludos
ResponderEliminarMe alegro. Caerán más pildoritas por el estilo.
Eliminar