El sino del poeta que no vive exclusivamente para sus versos (¡qué pobreza vivir solamente para eso!) es buscar tiempo bajo las piedras para escribir. Eso conlleva que la inspiración te sorprenda paseando por la calle, conduciendo por la autovía o intentando conciliar el sueño. Viperio resume en este serventesio en qué consiste el reto de la inspiración:
Cuando yo escribo, para seros franco,
empleo una estrategia bien distinta:
al desafío del papel en blanco,
opongo el del bolígrafo sin tinta.
Buena idea, escribir sin tinta. Así se escriben menos tonterías.
ResponderEliminar;)
Se quedan en el pesquis y de ahí no salen.
EliminarBuena estrategia. Hay que vivir para todo y no exclusivamente de los versos.
ResponderEliminarHay quien vive para los versos; de los versos, nadie.
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