Quiero que el sábado de hoy también nos deje una sonrisa. Por eso traigo aquí un poema dedicado a la pereza escrito por Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873), un autor de la época romántica que, al contrario que sus lúgubres coetáneos, contempló la vida con una sonrisa. El final es memorable:
¡Qué dulce es una cama regalada!
¡Qué necio el que madruga con la aurora
aunque las musas digan que enamora
oír cantar a un ave en la alborada!
¡Oh, qué lindo en poltrona dilatada
reposar una hora y otra hora!
Comer, holgar..., ¡qué vida encantadora,
sin ser de nadie y sin pensar en nada!
¡Salve, oh, Pereza! En tu macizo templo
ya, tendido a la larga, me acomodo.
De tus graves alumnos el ejemplo
arrastro bostezando: y en tal modo
tu apacible modorra a entrar me empieza
que no acabo el soneto... de per... (eza)
Necesitamos del trabajo y del descanso. Ambas cosas son dignas de buenos versos. Un saludo.
ResponderEliminarCierto. De todo se cansa uno, hasta de descansar. Feliz fin de semana.
EliminarSobre todo la cama es el mejor invento en días de lluvia y frío.
ResponderEliminar