Y otro más de Candidalgia al mismo río:
Tan ancha, tan naviera, tan bonita
lleva el Guadalquivir su estela zarca
por el perfil que la ciudad le marca
que quiere oler ya a mar en la Mezquita.
Desde el pretil romano que levita
sobre el caudal, San Rafael se embarca
en un reflejo donde el Puente enarca
sus doce augustas cejas y dormita.
Un sol de pedernal prende la yesca
de la ciudad de cordobán y cuero,
que sacia el fuego en la corriente fresca.
Y el ángel pescador, si no hechicero,
con la caña de Dios seduce y pesca
para Él y para Córdoba al viajero.
Precioso. Es que Córdoba cautiva y enamora. Quiero ya también unas bellas palabras para tu Málaga la bella natal.
ResponderEliminarEl lunes le toca a Málaga. Palabra de amigo.
EliminarTe tomo la palabra. Ansioso estoy de leer esos hermosos versos que seguro le dedicarás.
ResponderEliminarBonito puento. No me dio tiempo a cruzarlo cuando anduve por allí.
ResponderEliminar¡Hay tantos puentes bonitos...!
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