Filosón se apostó con un alacrán donostiarra, buen poeta y amigo suyo, que haría un soneto a partir de seis palabras aleatorias (nube, esquina, papel, piedra, puerta, ojo). Ambos escribieron sendos sonetos. El de Filosón se propone demostrar la existencia de Dios y lo espiritual a partir de la Informática. ¿Convencerá a alguno?
ARGUMENTUM VIRTUALE
(o Sexta Vía de Santo Tomás hallada en un manuscrito apócrifo del Archivo de Simancas)
La nube virtual donde reposa
la información del mundo crece y medra
y va de esquina a esquina como yedra,
supliendo al buen papel y a cualquier cosa.
Por siempre en expansión, siempre frondosa,
su inmenso imperio inmaterial arredra
a quienes viven en la edad de piedra
del lápiz y la arcaica celulosa.
Las palabras, los textos se desvisten
de forma material y dan la palma,
abren la puerta a los que en Dios insisten.
Pues ¿no se prueba con sensata calma
que el ojo no los ve y, no obstante, existen?
Ergo los documentos tienen alma.
Lo de hacer un soneto con seis palabras aleatorias y que te salga fenomenal es de grandes maestros como tú Daniel. Me quito el sombrero ante usted caballero.
ResponderEliminarNo es para tanto, en serio. Todo es proponérselo, José.
EliminarHoy el tema es complejo o yo estoy muy espesa. Y la deducción final...¡Me ha dejado hechita polvo!
ResponderEliminarLa deduccioncita me la he sacado de la manga. ¿Se nota?
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