viernes, 30 de septiembre de 2016

La modernidad es poco poética

¡Qué romántico, qué melancólicamente entrañable era evocar recuerdos en fotos que amarilleaban! La modernidad, como con otras tantas cosas, ha abolido esa inconfundible huella de la memoria, como lamenta Chis en este lacrimoso alacrán:

Me saca de mis casillas
que hoy las fotos anticuadas
no se pongan amarillas,
sino sólo pixeladas.


jueves, 29 de septiembre de 2016

EL GRILLO Y EL ECO

Alacrón nos trae una fábula con eco:

«¡Cri, cri!», hizo un grillo. Y su chirrido ido
desde una sima cuya cuesta cuesta,
chocó contra una peña enhiesta, y ésta
lo difundió hasta un elegido ejido.

Sonó tan recio que, ante el ruido huido,
creyó un pastor que era una orquesta aquesta
voz a capela. Y la respuesta puesta
del eco hizo del cri un sonido unido.

Si el mundo da su contrapunto a punto
a un necio, y su arte cantadora adora,
lo hará pasar por un conjunto junto,

e igual que un eco en oradora hora,
hará de un orquestal trasunto asunto
de historiadora que la historia dora.



miércoles, 28 de septiembre de 2016

Epitafio

Hay sepulcros de todos los colores, como consigna aquí Alacráneo:

—¿Por qué han hecho una mirilla
encima de la inscripción
de esta lápida sencilla?                       
—En memoria de un fisgón.


martes, 27 de septiembre de 2016

Periodos

Histeriador espera herir la sensibilidad de algunas lectoras (yo no, por supuesto):

A la menstruación
periodo le dicen;
será porque es
periodo de crisis.


lunes, 26 de septiembre de 2016

Setecientos alacranes

Mis alacranes cumplen setecientos aguijones, y Alacráneo, para aguar la fiesta, lo celebra con este pinchazo:

Cuando apagas cada vela
de tu feliz cumpleaños,
lo que apagas son los años 
del vivir que se te vuela.



sábado, 24 de septiembre de 2016

Día festivo. unos versos de Jorge de Arco

Promulgado el descanso de lo cáustico, quiero transcribir aquí un hermoso poema de Jorge de Arco. Pertenece a su libro La lluvia está diciendo para siempre, publicado en la Colección Melibea, de Talavera de la Reina, y que le hizo acreedor al prestigioso certamen «Rafael Morales» de poesía. La lluvia está diciendo para siempre es un poemario que moja el alma, un viaje de ida y vuelta a uno mismo, la historia de un querer y de un querer olvidar. Dentro del intimismo que rebosa el libro, me quedo con este poema sobre la ausencia y la soledad, y la consignación de que, cuando la soledad es sobrevenida, nos convertimos en el peor compañero de nosotros mismos:

Entre sombras de ausencia
renace un hombre
que se marchita luego.
Yo formo parte de esas sombras.
Me envuelvo en ellas
para alcanzar mis últimas estancias.
Pero llamo a mi puerta y no me abro.
Detrás aún debe hallarse
mi antiguo corazón,
o sus cenizas.

Y sigo sospechando 
cómo muero de mí
entre estas
paredes calcinadas.



viernes, 23 de septiembre de 2016

Fábula del dragón y el unicornio

Alacrón, el de las luengas consejas, nos trae hoy una fábula con moraleja tristemente actual:

Batió el dragón la ingente envergadura
de sus dos alas, y escupió un vocablo
de furia y huracán y llama oscura
fraguada en sus entrañas de diablo.
Voló cual si tuviese por figura
la punta envenenada de un venablo
y se arrojó hecho vómito de lava
sobre el noble adalid que lo retaba.

Era un bravo unicornio de alta rama
el que, cuadrado ante el dragón gigante,
lo esperaba piafando entre la grama.
Se encabritó como un león rampante
dispuesto a sumergir entre la escama
la punta de su cuerno de diamante,
y en el instante en que los dos valientes
rivales se rozaban con las frentes…

«¡Qué bodrio!», exclamó el niño que leía
tanto unicornio blanco y tanto fuego
harto de letras negras en lejía.
Dejó aquel tonto cuento para luego
y afrontó con más gozo y valentía
el reto de su nuevo videojuego.
Era más fácil masacrar soldados
que soñar con palacios encantados.


jueves, 22 de septiembre de 2016

Japonés=Español

¡Que no estaba en japonés! Que resultó que el alacrán de ayer estaba en español; la confusión fue resultado de un pésimo criterio de puntuación y separación de palabras, como suele ocurrirle a los internacionales amigos de Viperio:

Mi chica, la morenita,
come y no, no ayuna nada,
y ya asume avasallada
que su molla no se quita.
Si sellara su boquita,
ganara más en tipito.
Comí chihuahua, y no quito
que ella se coma una vaca,
que si su boca no saca,
no supera ya su hito.



miércoles, 21 de septiembre de 2016

Un alacrán japonés

Un alacrán japonés (esto es, un alaclán) envió una curiosa carta a Viperio, a quien le pirra esto de los intercambios. Si hay alguien que chapurree la lengua del Sol Naciente, haga el favor de traducirnos las líneas de dicho alaclán:

Michika lamore nita,
komei no, noayú nanada,
iyasume abasa yada
Kesumoya Nosekita.
Siseyara subokita,
ganara masen tipito.
Komichi wa, waino kito
keya sekoma unabaka,
kesisu bokan Osaka,
nosu pera Yasu-Hito.


martes, 20 de septiembre de 2016

Definiciones de orden y desorden

Dos definiciones de Ponzoñón:

Desordenada, es la gente
con los trastos esparcidos;
y ordenada es, simplemente,
la que los tiene escondidos.



lunes, 19 de septiembre de 2016

Un piropo verdadero

Chis se ha enamorado de Candidalgia, y le está tirando los tejos. He aquí una muestra de sus agudos requiebros, por si algún enamorado humano quiere emplearlo para piropear a su cara mitad:

Por ti tanto me trastoco
y por ti tanto me pierdo
que, si no me he vuelto loco,
es porque aún sigo cuerdo.


sábado, 17 de septiembre de 2016

Día festivo: un poema de José Mateos

Si existe expresión verbal que refleje el misterio que envuelve
las lindes entre la vida y la muerte, está en este bellísimo poema de José Mateos, cuyo verbo hace perpetuo equilibrismo entre dos luces:

UNA VISIÓN

¿Recuerdas, Muerte, cuántas luces, cuánta
gente en la orilla festejando el día
en que por fin nos dejarías libres
para la eternidad?
                                Éramos cientos
de miles hacinados en los barcos
a la espera de qué, cuando partimos
en el anochecer de un mar en calma.

Atrás, ciudades que envolvía el fuego,
fosas abiertas, ruedas humeantes…
Les gritamos adiós y lentamente
pusimos rumbo hacia un saber sin límite.

Como ceniza se fue abriendo el agua.

¿Recuerdas, Muerte, que alguien dijo: “Tierra”,
con una voz que parecía el hilo
que engarza muro y sombra?
                                                     Amanecía
y más que el sol resplandeció tu cuerpo.




viernes, 16 de septiembre de 2016

Deducciones

Chis nos sale con infalibles métodos deductivos:

Todos somos Sherlock Holmes
a la hora de saber
a qué hora ha muerto un reloj.


miércoles, 14 de septiembre de 2016

LA RANA Y EL SOL

Filosón aconseja el silencio como conducta propia del sabio, y lo hace a través de una fabulilla, salga bien o mal:

Una ridícula rana
retó al astro rey del cielo
a batirse en fiero duelo
en la caliente mañana;
pero al contemplarlo ufana,
quedó ciega y él tan pancho.
Así el hombre, en zafarrancho,
desafía al cielo a guerra
cuando se dice en mi tierra
que al buen callar llaman Sancho.



               

Comparación

Ponzoñón, siempre tan cáustico contra la cirugía plástica:

¡Menos mal que a la uva pasa
no le da por operarse
y dejar su cara rasa!
¿Quién iba así a emborracharse?    

       

martes, 13 de septiembre de 2016

Dormir más de la cuenta

Filosón quiere agobiarnos un poco con su obsesión por apurar hasta la última gota de existencia, así sea robándosela al sueño:

A quien le gusta dormir
es que le gusta morir. 


lunes, 12 de septiembre de 2016

Resaca

Alacráneo, en un lunes primerizo de septiembre, pone el dedo en la llaga de los resacosos dominicales, en una evocación del ilustre «Estos, Fabio, —¡oh dolor!— que ves ahora…», de Rodrigo Caro:

Los restos del trasnoche en la cocina
transmiten la tristeza de una ruina.




sábado, 10 de septiembre de 2016

Día festivo: un poema sobre la añoranza

Por medio de la estupenda revista Voladas, Javier Gallego me envía un precioso poema que no me resisto a transcribir. Se titula Añorar, una original evocación del paso del tiempo y su ministra, la añoranza, esa hendidura que inflige el recuerdo en nuestra alma: el descampado de nuestros juegos infantiles, el chocolate y la golosina que nos consuela en la visita dominical de la tristeza, la celada que nos tiende la melancolía ante la foto inesperadamente hallada... Y lo malo —o lo terapéutico — es que nos gusta acurrucarnos en el seno de la nostalgia.

Añorar es un sueño barato,
una especie de saldo, un despojo;
es un descampado justo detrás
de la casa de tus padres.

Añorar se parece al sucedáneo 
del chocolate que venden en los supermercados,
bombones algo rancios para llenar
las tardes solitarias de los domingos.

Añorar es un mal refugio,
una mesa camilla con la estufa estropeada
en un frío día de principio del invierno.

Añorar es la trampa que tiñe de sepia 
las fotografías banales, el celofán
de errores que el calendario 
no ha borrado.

Añorar es el regazo dulce 
de derrotas y renuncias.


viernes, 9 de septiembre de 2016

Dos clases de soledad urbana

Ponzoñón guarda no sé qué negro y rencoroso prejuicio hacia los teléfonos móviles:

Hay dos formas de andar solo
cuando se va por la calle:
con teléfono y sin él.
Son distintas soledades:
la soledad más sencilla,
la del que no habla con nadie;
la del que habla con el móvil,
es soledad petulante.


jueves, 8 de septiembre de 2016

Razonamiento

Alacrante hace aquí un lógico raciocinio:

Los banqueros son ladrones,
pero según estos fueros,
si los cacos callejeros 
roban bancos a montones,
los ladrones son banqueros. 


miércoles, 7 de septiembre de 2016

Adjetivos crueles

A decir de Viperio, hay palabras en nuestro idioma que se ensañan con los conceptos que designan. He aquí un ejemplo:

¿No era ya bastante austero
ese espino seco y pardo 
de nuestro campo agostero 
para que, encima de cardo,
lo llamasen borriquero?


martes, 6 de septiembre de 2016

Receta para insomnes

Alacrante propone aquí la receta perfecta para conciliar el sueño a los insomnes más incurables:

Cuando el insomnio te invada,
te recomiendo que asistas
a una reunión sulfurada
de varones en manada
hablando de futbolistas.



lunes, 5 de septiembre de 2016

Talibán de la palabra

Un amigo mío llamó a mi alacrán más lingüístico, Viperio, talibán de la palabra; todo por su manía de criticar la invasión de anglicismos, que compara a veces con una Armada Invencible, pero a la inversa: 

¿Y esa dichosa manía
que tienen todos, por Dios,
de dejar de hacer rebajas
y vendernos a low cost?



domingo, 4 de septiembre de 2016

Día festivo: La sombra compartida, un libro de Manuel Laespada.

He leído un libro precioso de poesía. Su título, La sombra compartida, que hizo acreedor a su autor, Manuel Laespada Vizcaíno, del premio Tardor de poesía de 2013. Editado por Aguaclara, el libro es un poemario exprimido del hondón de la sinceridad, de una sinceridad construida sobre una belleza labrada artesanamente y —en tantos casos— exquisita. Copio aquí uno de los poemas que más me ha conmovido. En él Laespada hace inventario de la libertad a través de cinco mágicas peripecias que llevan al extremo las consecuencias de ser libre. Cada una de esas cinco venturas son un paso más hacia un desatarse, hacia un desasirse tanto de uno mismo que, en sus últimas consecuencias, llevan al precipicio de la muerte:

Para ser libre
soñaba con subir a la rama más alta
de un árbol inventado;
dormir entre el cabello de la lluvia;
llegar adonde el águila y robarle
su corazón de azogue;
ser precio y que rizase su cintura
el aliento del mar;
y hacer, con disimulo,
un puñal de cristal,
y asesinar a su ángel de la guarda.

viernes, 2 de septiembre de 2016

FÁBULA DE LA BICICLETA Y EL TRICICLO

Alacrón estrena temporada con una sencilla fábula sobre el relativo poder de los números:

Se jactaba de sus ruedas
un petulante triciclo
ante una gran bicicleta
que, ayunando al fin caminos,
descansaba atada a un poste.
«¡Qué tan lejos de mi ritmo
―dijo el triciclo insolente―
pedaleas tú cohibido
con tu exiguo par de ruedas
frente a las tres que yo exhibo».
«Sólo que yo, con mis ruedas
―le replicó el velocípedo―,
soy instrumento de adultos
y tú un juguete de niños».
No por tener más de dos
se es más hombre, fuerte o listo,
que ni el ser grande o menguado
se averigua con guarismos.


jueves, 1 de septiembre de 2016

Las ancestrales redes sociales

Tras el retiro estival (que ha tenido poco de eremítico), los que abjuramos temporalmente de las redes sociales volvemos a enredarnos y a dejarnos engatusar por sus cantos de sirena. Para quienes consideran que Internet y sus redes revelan una faceta novedosa en el ser humano, Filosón recuerda que lo que se cuece en la gran Telaraña es más viejo que mear hacia abajo, y perdón por la vulgaridad:

Los antiguos mentideros
de las urbes medievales
tienen dignos herederos
en nuestras redes sociales.