¡Qué romántico, qué melancólicamente entrañable era evocar recuerdos en fotos que amarilleaban! La modernidad, como con otras tantas cosas, ha abolido esa inconfundible huella de la memoria, como lamenta Chis en este lacrimoso alacrán:
Me saca de mis casillas
que hoy las fotos anticuadas
no se pongan amarillas,
sino sólo pixeladas.
Y encimas retocadas.
ResponderEliminarYa ni una foto es garantía de veracidad.
EliminarEsos sí que sabían posar!! Ahora todo son selfies. Saludos
ResponderEliminarDelfines y sonrisas falsas o morritos puestos.
EliminarLas fotos actuales se vuelven antiguas en cuanto las pasas por wpp.
ResponderEliminarPodríamos decir que lo actual deja de serlo en cuanto se nombra.
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