Alacrón nos trae una fábula con eco:
«¡Cri, cri!», hizo un grillo. Y su chirrido ido
desde una sima cuya cuesta cuesta,
chocó contra una peña enhiesta, y ésta
lo difundió hasta un elegido ejido.
Sonó tan recio que, ante el ruido huido,
creyó un pastor que era una orquesta aquesta
voz a capela. Y la respuesta puesta
del eco hizo del cri un sonido unido.
Si el mundo da su contrapunto a punto
a un necio, y su arte cantadora adora,
lo hará pasar por un conjunto junto,
e igual que un eco en oradora hora,
hará de un orquestal trasunto asunto
de historiadora que la historia dora.
Una fábula estupenda, menda.
ResponderEliminarGracias, gracias.
Eliminar¡Qué imaginación tiene usted!
ResponderEliminarMe quito el sombrero.
Muchísimas gracias. Trabajito me costó.
EliminarUna fabula maravillosa. Gracias.
ResponderEliminarA ti por decirlo.
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