Ponzoñón guarda no sé qué negro y rencoroso prejuicio hacia los teléfonos móviles:
Hay dos formas de andar solo
cuando se va por la calle:
con teléfono y sin él.
Son distintas soledades:
la soledad más sencilla,
la del que no habla con nadie;
la del que habla con el móvil,
es soledad petulante.
Y lo peor son los que gritan...Saludos
ResponderEliminarComo si la voz tuviera que recorrer la distancia real que separa a los interlocutores.
EliminarAdemás, es como los bostezos, contagioso. Basta ver a alguien con el móvil en la mano, para que nos entren ganas de coger el nuestro y mirar si hay algo...
ResponderEliminar¡Es verdad! ¡Qué buen alacrán en prosa!
EliminarY para colmo ya usan los móviles para destrozar los tímpanos con música a miles de decibelios. Si no hablan escuchan música. Con lo cual la soledad no es soledad.
ResponderEliminarNo nos atrevemos a estar solos, pese a que nos aislamos más que nunca.
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